Formas de estudiar
Acorta el tiempo de estudio en pedazos
Las investigaciones sobre los procesos de atención y el rendimiento de los estudios muestran que es mejor controlar el tiempo que pasamos estudiando fijando un límite de tiempo bastante bajo para cada sesión. Lo ideal es que el tiempo de estudio no exceda de 30 minutos, ya que mostramos mucha más facilidad para asimilar la información que nos llega en ráfagas cortas y repetidas que en una sola, larga y tediosa.
Se trata de mantener el cerebro al 100% en cada momento (por cierto, mantener el sueño a raya es sagrado, y para ello nada como una buena noche de sueño).
Crear una rutina de estudio
Proponer un programa de estudio y seguirlo no sólo sirve para ofrecer una imagen de madurez y pulcritud, ya que tiene efectos notables en el rendimiento del estudio. Abordar el aprendizaje de forma desorganizada es una forma de acabar estudiando tarde en la noche, cuando el sueño y el cansancio afectan a nuestra capacidad de concentración. Además, acostumbrarse a un horario nos facilitará no saltarnos los horarios de estudio y nos permitirá darles el tiempo que se merecen.
En ese sentido, el mismo que funciona para los ejercicios de gimnasia también funciona para memorizar y asimilar información. ¡No lo dejes todo para mañana!
Crear notas de resumen en hojas individuales
No confíe demasiado en la técnica de subrayado de texto. El subrayado no ayuda a memorizar el texto si no se repasa varias veces, y en cualquier caso, atenerse a la memorización de las frases que tienen una línea debajo nos mantiene anclados a la forma en que la información se distribuye en el texto original.
Por otra parte, la realización de esquemas y pequeños resúmenes en trozos de papel nos obliga a reformular la información que hemos leído y también facilita la creación de combinaciones de notas diferentes a las del texto pero que nos ayudan a comprender mejor lo que estamos leyendo, ya que podemos juntar o separar los trozos de papel de la manera que queramos para asimilar la información en el orden deseado.
Mantener alejadas las distracciones
Puede parecer obvio, pero nunca está de más recordarlo porque estas distracciones pueden tomar las formas más insospechadas y es bueno identificarlas. Tu lista negra debe incluir Facebook, el teléfono móvil y la televisión, pero puedes incluir otros elementos de tu vida cotidiana y hacer lo posible por aislarte de todos ellos durante tu tiempo de estudio (recuerda que son cortos, así que... ¡no es demasiado pedir!).
Hacer esto antes de empezar a estudiar te ayudará a evitar caer en la tentación una vez que hayas empezado.